1.1: POBLACIÓN,ECONOMÍA Y DESIGUALDADES SOCIALES
La Europa del Antiguo Régimen se caracterizaba por la persistencia de un régimen demográfico que dificultaba el crecimiento de la población ya que, aunque la natalidad era muy elevada, la mortalidad también lo era.
A lo largo de los tres siglos que abarcó el período, la población europea atravesó tres fases básicas. En el siglo XVI, la población experimentó un crecimiento moderado. El XVII fue un siglo de crisis por la guerras, las epidemias y el hambre. Durante el siglo XVIII la población europea experimentó un notable crecimiento sobre todo, en la segunda mitad.
En el siglo XVIII las tasas de natalidad siguen siendo muy altas ( en torno al 40 por mil), pero la mortalidad descendió del 40-50 por mil a un 20-25 por mil por cuatro motivos: las guerras de este siglo fueron menos mortíferas, se desataron menos epidemias, se redujeron las malas cosechas y mejoró la dieta alimentaria.
En la segunda mitad del siglo XVIII se modificó el régimen demográfico en Europa caracterizado por la expansión continua de la población. El incremento de la población hizo que la economía aumentase.
Durante la Edad Moderna, Europa mantuvo una economía preindustrial en la que el sector primario era el más importante. Además más del 80% de la población vivía en el campo y se dedicaba a la agricultura y a la ganadería. Pero la agricultura era muy poco productiva debido al atraso tecnológico, la independencia de los fenómenos naturales( sequías, inundaciones, heladas,plagas) lo que hacia que hubiesen malas cosechas y el predominio de la propiedad señorial de la tierra.
Esta pobreza generalizada contrastaba, desde el siglo XVII, con áreas de Europa que experimentaron cierta modenización: los Países Bajos, el norte de Francia y el sur de Inglaterra. En estas zonas se aplicaron innovaciones como la rotación de cultivos, la selección de semillas y la mejora del instrumental agrícola.
El limitado desarrollo de la ganadería no permitía la producción suficiente de carne y leche para toda la población, cuya dieta se componía principalmente de trigo y cereales.
Buena parte de la tierra era propiedad de los señores feudales, que podían ser laicos o eclesiásticos y cuyas posesiones recibían el nombre de señoríos.
Los campesinos europeos pagaban muchos impuestos durante el Antiguo Régimen. Al rey debían abonarse impuestos directos sobre las rentas y otros indirectos; debían pagar a los señores feudales por el derecho de explotación de la tierra y por otros derechos señoriales y , al clero, debían abonarles el diezmo eclesiástico , es decir, la décima parte de su cosecha obtenida.