“Veamos ahora cual es el estado material del escritor en nuestros días. La revolución barrió los privilegios, fulminó con el rayo la jerarquía y el respeto. En el nuevo estado, el escritor es ciertamente uno de los ciudadanos cuya situación ha cambiado más radicalmente. Al principio se extiende la educación y se crean millares de lectores. El periódico penetra por todas partes, incluso los campesinos compran libros. En medio siglo, el libro que era un objeto de lujo, se convierte en un objeto de consumo corriente. En otro tiempo, el libro era caro; en la actualidad, incluso las bolsas más modestas pueden hacerse una pequeña biblioteca. Estos son hechos decisivos”
Emilio Zola. Carta a la juventud.