“La propaganda se convirtió
en un instrumento bien definido, que utilizaba un método
científico y ensayaba algún tipo de técnica
objetiva. Sin embargo, Gran Bretaña no alcanzará
esa etapa hasta el verano de 1918, al establecer en
Grewe House un Departamento de Propaganda Enemiga. Los
principales medios utilizados fueron panfletos, boletines,
octavillas, periódicos, carteles y, esencialmente
en América, películas y mítines
públicos. Los principales objetivos de dicha
propaganda, tanto en esa como en cualquier otra guerra,
fueron: 1) movilizar y dirigir el odio al enemigo y
minar su moral; 2) convencer al público de la
legitimidad de la causa aliada y aumentar y mantener
su espíritu de lucha; 3) conseguir la amistad
de los neutrales y fortalecer la impresión de
que no sólo tenían razón los Aliados,
sino que además iban a alzarse con la victoria
y, siempre que fuese posible, conseguir su apoyo activo
y su cooperación ; 4) extender y fortalecer la
amistad de las naciones aliadas. Cualesquiera que fuesen
las técnicas empleadas por ambos bandos, la idea
básica consistía en crear fuertes actitudes
y sentimientos de pertenencia a nuestro grupo, y actitudes
opuestas de odio al enemigo por constituir un peligroso
grupo exterior (...).”
J.A.C. Brown. Técnicas
de persecución. De la propaganda al lavado de
cerebro.