LA ESTRUCTURA BÁSICA COMO OBJETO
La estructura básica está integrada por las formas de propiedad, la organización de la economía y la naturaleza familiar. En otras palabras, la estructura básica de la Constitución y sus libertades está formada por los elementos fundamentales de la seguridad social. Según Rawls, el contrato social es hipotético igual que su posición original, la cual es una interpretación contemporánea del trabajo de Rosseau. Ambas propuestas intentan conciliar las normas y los actos del individuo en sociedad mediante la impartición de una justicia equitativa, o como Rawls identifica con sus definiciones complicadas, mediante una justicia como imparcialidad. Básicamente ambas teorías son aplicables en el momento histórico para el que fueron redactadas, pero las interpretaciones que de ellas se hacen varían de acuerdo a los intereses políticos prevalecientes. Para el utilitarismo no importa el número de individuos ni las instituciones así como tampoco la relación justa o injusta entre ambas partes, la fundamental es la viabilidad de los objetivos aún cuando los efectos sean negativos para la sociedad. Las instituciones deben adecuar su funcionamiento y replantear sus objetivos para cumplir con las exigencias que impone una estructura basada en el utilitarismo. Pero para el libertarismo, el Estado tiene funciones mínimas especificas como la protección contra la violación a las libertades de la estructura básica, ya que un Estado con amplios poderes puede violar los derechos de los individuos. Pero este libertarismo es más utópico aún que el Contrato Social y la posición original, ya que se propone su existencia a partir de una situación …"perfectamente justa con una moralidad permisible y sin violar derecho alguno"… La única forma reconocida de violación de los derechos del individuo es por actos deliberados de los individuos, por error o por ignorancia. Pero el deseo natural del ser humano cuando es un animal político –tal parece que a Rawls se le olvidaron las enseñanzas de Hobbes- es el de dominar a sus congéneres, entonces esta justificación de error e ignorancia la podemos interpretar como la naturaleza del individuo y por lo tanto deja de ser ignorancia o error puesto que tiene un origen consciente y un objetivo determinado. El libertarismo no es en sí un pacto ni tampoco un acuerdo, es el establecimiento de una ley que regula la actividad política del individuo en sociedad y otorga a aquellos que la respetan la calidad de ciudadanos y con ello son merecedores de la protección social, política y económica. En todo caso, con errores o sin ellos, con ignorancia o conocimiento de los actos, reconocer y acatar las normas de justicia equitativa o imparcial o como quiera llamarles Rawls, se convierte en un hecho de orden moral antes que político, puesto que representa la protección hacia el grupo social. Pero veamos ahora la justicia desde el punto de vista de seguridad social. En ella está representada la actividad del Estado como garante de la equidad o imparcialidad de la justicia. Las relaciones entre individuos e instituciones deben tener una comunicación ágil y sencilla si se quiere cumplir el objetivo para el cual fueron creadas las segundas mediante la congregación de los primeros. Lo que se busca en realidad es una división del trabajo cuyas labores sean plenamente reconocidas por cada una de las partes y cuyo resultado sea satisfacer los deseos y aspiraciones que ya existen, así como provocar deseos y aspiraciones futuras que perfeccionen el Contrato Social o la Posición Original. Esta es la garantía de la imparcialidad o la equidad en la justicia, el cumplimiento de las responsabilidades que salvo muertes o accidentes se verá interrumpido el ciclo laboral. En lo que no estoy de acuerdo es en el velo de la ignorancia, ya que si la estructura social está proyectada para que cada parte de la sociedad cumpla con su parte de la división del trabajo, no es posible que no reconozca las capacidades y potencialidades de su grupo. Si así fuera estuviésemos bajo eldominio de los imprevistos cuando el proyecto es lograr un orden los más estable posible. La libertad se interpreta de dos formas básicas:
- Mediante la razón se controlan los intereses individuales y superiores de los ciudadanos en un pensamiento razonable y racional que expresa autonomía.
- Las limitaciones en los intereses individuales implica la sana convivencia y se supone que el interés colectivo es superior al interés individual y así es como se comprende el orden social.
Pero la libertad de las instituciones es muy diferente. La libertad es igualdad y oportunidad para todos. Las desigualdades son ajustadas en relación con las igualdades y esto conserva el valor de las libertades individuales e institucionales. En otras palabras e interpretando esta teoría con la experiencia de nuestro país, quiere decir que no importa que existan desposeídos o marginados de los beneficios que otorgan las instituciones si es la mayoríaquienes gozan de la igualdad de las libertades y los beneficios que ello otorga. Entonces la estructura básica no está conformada por todos los grupos sociales por que de antemano nos dice que estará justificada la desatención de grupos determinados, sacrificados por el bien de otros más cercanos a la justicia y la imparcialidad.
Rawls justifica esta situación que es inaceptable para la propuesta original de su teoría, adjudicando un valor moral positivo a los ajustes que se tienen que hacer en las relaciones de la justicia y las libertades. Pero no es necesario encontrar una justificación política o moral de las inequidades, ya que la doctrina libertarista de Locke así como el determinismo establecen que las circunstancias particulares de cada etapa histórica del hombre en sociedad son las que originan los ajustes en la justicia y la libertad, provocando orden y desorden en una sucesión interminable de hechos.
Pero la libertad al igual que los otros derechos y libertades tiene prioridades. En el caso de la libertad individual su prioridad será la satisfacción de los deseos inmediatos, para la libertad colectiva, su prioridad será acoplar las potencialidades de los ciudadanos a los conceptos de igualdad e imparcialidad de oportunidades. Pero Rawls vuelve a justificar más que a plantear la probidad de su teoría, mediante el establecimiento de la posibilidad de encontrar libertades que sean aplicables universalmente y que denomina el objetivo inicial cuando bien podemos entenderlo como elbien común que Max Webber nos enseñó. Hemos aprendido desde Platón y Aristóteles que la libertad está determinada por la historia y que la democracia ha sido relacionada con la libertad desde que ellos propusieron una forma de gobierno que estuviera relacionada y sustentada por el pueblo. Entonces las libertades no son condicionantes de desarrollo, sino que el desarrollo ha condicionado las libertades del hombre en sociedad. La libertad nunca fue ni será absoluta indefinidamente debido al deseo natural de libertad del ser humano, que ha derrocado tiranías y despotismos para cambiar la concepción de las condiciones razonablemente favorables durante su rango central de aplicación, en otras palabras, entender la libertad cívica en cada etapa histórica del hombre en sociedad.
A continuación Rawls hace una defensa de su posición original tratando de vencer a la historia. Si cada ciudadano tuviera el mismo concepto de los que es el bien, las relaciones económicas y políticas actuales serían totalmente distintas, quizá hubiéramos llegado ya al comunismo. Aquí podemos hacer un análisis paralelo del concepto de justicia. Las doctrinas religiosas, cualquiera que sea, se han convertido en las instituciones perfectas para el lucro. En particular en nuestro país, no pagan impuestos, son reconocidas como parte integrante de estructura social y han provocado cambios en la Constitución con la finalidad de reglamentar su ejercicio. Pero su objetivo está muy lejos del bien común, de la posición original y mucho más de la imparcialidad de la justicia. En cambio, en Europa se dio una revolución del pensamiento libre cual Luthero funda el protestantismo y decide cambiar los deseos de Dios para con sus hijos. Viene entonces la ruptura del pensamiento libre y todo aquel que no piense ni acate los preceptos del Vaticano está fuera de la ley. Esta disyuntiva en cuanto a la interpretación de las libertades del ser humano se ha presentado a lo largo de la historia del hombre en sociedad y continuará en tanto no sea posible materializar la tan ansiada posición original. Menciono que se seguirán presentado por que las partes interesadas son relativamente ajenas a los sucesos de las otras partes. Es decir, se desarrollan de acuerdo a sus intereses particulares dejando al margen de su desarrollo las necesidades de otros grupos cercanos. ¿Dónde queda la buena fe y la imparcialidad de la justicia? Las propuestas de Rawls pueden ser posibles en grupos pequeños y aislados del megadesarrollo económico. Pero para grupos sociales más grandes la desigualdad será el parámetro que cuantificará la imparcialidad de la justicia. Los bienes primarios o necesidades básicas que nos enseñaron en economía, son la causa del comerciointernacional en el cual cada grupo –entendamos Estado- buscará obtener el mayor beneficio tanto de sus recursos como del potencial de su gente –de nuevo se cuestiona el velo de la ignorancia- para garantizarle estos bienes primarios. Pero Rawls va más allá del concepto utilitarista y libertario de la justicia. Menciona que las cinco clases de bienes primarios en su Teoría de la justicia son:
- Libertad de pensamiento y de conciencia.
- Libertad de desplazamiento.
- Poderes y prerrogativas de los cargos y puestos de responsabilidad.
- Los ingresos económicos y la riqueza.
- Las bases sociales de respeto.
En realidad no son algo que Aristóteles, Cicerón o Platón no hubieran deseado, incluso Espartaco pudo darle orientación acerca de sus bienes primarios. Pero nada garantiza que esta clasificación sea reconocida universalmente como panacea de justicia social, por el contrario, debemos mencionar la parcialidad de las observaciones de Rawls que se limita a identificar las libertades y derechos de un mundo occidental que se rige por relaciones mercantiles más que sociales. La política está determinada por la viabilidad de las negociaciones y su interés está muy por encima del interés general. Incluso las relaciones entre Estados han cambiado y los nuevos actores políticos mundiales que llegan tarde al desarrollo económico, científico y tecnológico están obligados e insertarse en un mercado que les lleva nada más 30 años de ventaja. Además, mientras existan doctrinas religiosas la dominación y explotación de la irracionalidad humana será además de un buen negocio, una forma de control social que ayude a apaciguar los deseos insatisfechos y a canalizar las frustraciones del ser humano. Para aquellas frustraciones incontrolables están las instituciones represivas del Estado.
Las propuestas de Rawls son buenas intenciones, solo intenciones.
JULIO CÉSAR GARCÍA RAMÍREZ
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