sábado, 31 de marzo de 2012

Italia antes de la unificación

Italia antes de la unificación
A inicios del siglo XIX Italia era una expresión de carácter geográfico (tal y como sostenía el canciller austríaco Metternich) con un glorioso pasado cultural. Carecía de unidad política, es decir, no constituía un Estado, sino que se hallaba fragmentada en varios. Algunos de ellos eran independientes, pero otros -antaño libres- se hallaban ahora bajo el control de potencias “extranjeras” como Austria, principal obstáculo de la unificación.
Napoleón Bonaparte en sus conquistas invadió la península e incorporó los estados italianos a su Imperio. Su derrota llevó consigo la reconfiguración político-territorial de Europa, establecida en el Congreso de Viena (1815). A partir de entonces, Italia quedaba constituida por siete estados:
En el Norte
El Reino de Lombardía-Venecia
Estaba integrado por:
  • El antiguo Ducado de Milán, también denominado Milanesado (en Lombardía), desde 1706 en poder del Imperio Austríaco.
  • La antigua República de Venecia que había jugado un importante papel durante el Renacimiento, pero que se encontraba desde 1797 bajo el dominio de los austríacos .
El Reino de Lombardía-Venecia estaba regido por la casa de los Habsburgo.
Los ducados de Parma, Módena y Toscana (ésta última, en el centro-norte de la península) estaban gobernados por príncipes de ascendencia austríaca y de facto dependían del Imperio.
Tanto el Reino de Lombardía-Véneto, como los ducados, estaban tutelados por gobiernos antiliberales de origen extranjero.
El Reino de Piamonte-Cerdeña


Era políticamente independiente y estaba dirigido por la dinastía de los Saboya, de ascendencia italiana y protagonista de excepción en el proceso de unificación. Con capital en Turín y contando con Génova como importante centro comercial, constituirá el motor de la unificación.
En el Centro
Los Estados Pontificios
Integrados por los siguientes territorios: Romaña, Marcas, Umbría, Lacio, Pontecorvo y Benevento, con Roma como capital. Sus gobernantes eran los papas, desde 1846 Pío IX, auténtico monarca absoluto, opuesto a la unificación al tiempo que profundamente antiliberal.


Los Estados Pontificios cayeron en poder de los franceses durante las guerras napoleónicas, pero tras el Congreso de Viena fueron reintegrados a los pontífices.
En el Sur
El Reino de las Dos Sicilias

Estaba compuesto por Nápoles y Sicilia y era gobernado de modo absolutista por la dinastía de los Borbones.
Desde el punto de vista socioeconómico, había grandes diferencias entre el norte y el sur. El primero, industrializado tempranamente y con una emprendedora burguesía. El segundo, profundamente agrario, poblado por campesinos dependientes de una aristocracia anclada en el pasado. Esta disparidad regional será uno de los principales obstáculos con que se tope el proceso de unificación.

viernes, 30 de marzo de 2012

La unificación italiana

La unificación italiana
mediados del siglo XIX Italia contaba con 25 millones de habitantes. Poseía suficiente potencial humano y económico como para constituir ungran país, pero no lo era: su fragmentación política y la dependencia de Austria lo impedían. No lograría desarrollarse hasta completar su unidad.
El origen del proceso tuvo lugar en los territorios del norte, los más industrializados, ricos y socialmente avanzados. Fue allí donde se desarrollaron una serie derevueltas antiaustríacas, de carácter liberal, enmarcadas en un movimiento intelectual, cultural y unitario denominado “Risorgimento”.

jueves, 29 de marzo de 2012

El nacionalismo. Etapas

El nacionalismo. Etapas
Hasta la segunda mitad del siglo XIX (1848) el nacionalismo fue un movimiento de carácter liberal progresista, enfrentado al legitimismo de la Restauración y promotor de movimientos de liberación nacional: Irlandafrente a G. Bretaña, los checos y húngaros frente al Imperio Austríaco, las colonias americanas frente a España, etc.
Pero a partir de la segunda mitad del siglo XIX fue transformándose cada vez más en una ideología de carácter conservador y agresivo que supeditaba la libertad y dignidad del individuo (características de la etapa anterior)a los intereses de los grupos sociales que controlaban el poder. Desde entonces sirvió a las ambiciones del imperialismo y contribuyó a la gestación deconflictos que en el siglo XX desembocaron en la I Guerra Mundial.
El nacionalismo surgió en un principio en el seno de minoríasmuy activas, pero se convirtió en las últimas décadas del siglo XIX en un fenómeno de masas. Las revoluciones de 1848 le sirvieron de auténtico trampolín. Austria, la Confederación Germánica, Italia (rebelión de Milán y Venecia frente a los austríacos), Hungría, etc., constituyeron ejemplos del ascenso de los sentimientos nacionalistas en la Europa de mediados de siglo.

miércoles, 28 de marzo de 2012

El nacionalismo. Tipos

El nacionalismo. Tipos
Se distinguen dos:
El nacionalismo liberal o "voluntarista"
Su máximo defensor fue el filósofo y revolucionario italianoMazzini. Éste consideraba que una nación surge de lavoluntad de los individuos que la componen y el compromiso que estos adquieren de convivir y ser regidos por unas instituciones comunes. Es pues, la persona quien de forma subjetiva e individual decide formar parte de una determinada unidad política a través de un compromiso o pacto.


Desde ese punto de vista cualquier colectividad era susceptible de convertirse en nación por deseo propio, bien separándose de un estado ya existente, bien constituyendo una nueva realidad mediante la libre elección. La nacionalidad de un individuo estaría por lo tanto sujeta a su exclusivo deseo. Este tipo de nacionalismo fue el que se desarrolló en Italia y Francia, muy influido por las ideas de la Ilustración.  
El nacionalismo conservador u "orgánico"

Sus principales valedores fueron Herder yFichte ("Discursos a la nación alemana", 1808). Según ellos, la nación conforma un órganovivo que presenta unos rasgos externoshereditarios, expresados en una lengua, una cultura, un territorio y unastradiciones comunes, madurados a lo largo de un largo proceso histórico.
La nación posee una existencia objetiva que está por encima del deseo particular de los individuos. El que pertenece a ella lo seguirá haciendo de por vida, con independencia del lugar donde se encuentre. Sería -sirva el ejemplo- como una especie de "carga genética" a la que no es posible sustraerse mediante la voluntad. Este tipo de nacionalismo fue el esgrimido por la mayoría de los protagonistas de la unificación alemana.  

martes, 27 de marzo de 2012

El nacionalismo. Concepto

El nacionalismo. Concepto
El nacionalismo se robusteció a raíz de las revoluciones liberalesburguesas. En lugar de los vínculos personales en que sustentaba la lealtad al señor feudal o la sumisión al monarca absoluto, se abrió camino un nuevo tipo de relación: la del ciudadano libre dentro del marco del Estado-nación,formado por una unidad compuesta de elementos comunes como la lengua, lacultura y la historia. Los límites del territorio albergaban un Estado constituido por una colectividad claramente diferenciada de otras.
El nacionalismo no nació en siglo XIX, sino que hundía sus raíces en los siglos bajomedievales como elemento de reacción al feudalismo.
La Revolución Francesa intensificó el movimiento como medio de exaltación de la nación frente a la monarquía absoluta.
Napoleón alentó los nacionalismos: en Italia criticó la presencia de los austríacos y ayudó a crear un reino nacionalista en Nápoles dirigido por Murat, un general suyo. Pero al mismo tiempo, el imperialismo agresivo que llevó a cabo estimuló los movimientos nacionalistas en su contra, como en el caso ruso, español o alemán (éste último abanderado por Prusia).
Con la Restauración el nacionalismo constituyó una fuerza opuesta a los intentos de una ordenación artificial de los estados; ocurrió con los belgas,incómodos en su integración con Holanda; también con los polacos, querechazaron la dependencia del Imperio Ruso; checos y húngaros, por su parte, intentaban desligarse del Imperio Austríaco.
El paradigma del nacionalismo europeo lo constituyeron las unificaciones de Italia y Alemania, ambas con un marcado carácter centrípetofrente a los movimientos independentistas que se desarrollaron en los dominios austríacos y turcos.

lunes, 26 de marzo de 2012

NACIONALISMO

NACIONALISMO
Podemos definir el nacionalismo como la ideología que atribuye entidad propia y diferenciada a un territorio y a sus ciudadanos. En ella se sustentan aspiraciones políticas de carácter muy diverso.

domingo, 18 de marzo de 2012

Proclama de los generales Juan Prim, Francisco Serrano, Domingo Dulce...17 de septiembre de 1868

“Queremos que una legalidad común ,por todos creada, tenga implícito y constante el respeto de todos. Queremos que el encargado de observar y hacer observar la Constitución no sea su enemigo irreconciliable. Queremos que las causas que influyen en las supremas resoluciones las podamos decir en voz alta delante de nuestras madres, esposas e hijas Queremos vivir la vida de la honra y la libertad. Queremos que un gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del país asegure el arden, en tanto el sufragio universal echa los cimientos de nuestra regeneración social y política  ¡ Viva España con honra!.
                        Proclama de los generales Juan Prim, Francisco Serrano, Domingo Dulce...17 de septiembre de 1868

sábado, 17 de marzo de 2012

TEXTO: El Pacto de Ostende. 1866



TEXTO: El Pacto de Ostende. 1866
-No hay pera qué referir aquí los detalles de mi acuerno con las personas mas ¡importantes de los partidos progresista y
democratizo; pero si importa consignar un hecho que pone de manifiesto el rumbo trazado a la revolución. Con ellas asistí a
la reunión que se celebró en Bruselas el día 5 de julio de este ano, habiendo declarado previamente que, si no concurrían unas y otras, yo tampoco concurría. Además de abrigar en mi conciencia todos los principios democráticos, en todo lo que tienen de practicables, recordaba lo que en diferentes circunstancias había dicho el iniciador de la idea antidin~stica: que en ningún país había bastado un solo partido para derribar una dinastía y establecer otra nueva, y ansiaba con toda mi alma la inteligencia sincera y complete de los dos partidos.
Tuve la fortuna de ver que todos parecían animados del mismo deseo, y después de una breve discusión, porque la armonía de miras que se manifestó no daba lugar a otra cosa, se acordó por unanimidad lo siguiente:
1 Que el objeto, y bandera de la revolución en España, es la caída de los Borbones.
2. Que siendo pera los demócratas un principio esencial de su dogma político el sufragio universal, y admitiendo los progresistas el derecho moderno constituyente del plebiscito, la base pera la inteligencia de los dos partidos fuera que por un plebiscito, si las circunstancias no se oponían a ello, o por unas Cortes Constituyentes elegidas por el sufragio universal, se decidiría la forma de gobierno que se había de establecer en España, y siendo la monarquía, la dinastía que debía reemplazar a la actual; en la inteligencia de que, hasta que así se decidiese, había de ser absoluta la libertad de imprentas y ¡sin ninguna limitación el derecho de reunión, pera que la opinión nacional pudiese ilustrarse y organizar-se convenientemente; sin que el gobierno provisional que saliera de la revolución, pudiera influir como tal en la resolución de la cuestión fundamental; sin perjuicio de que la personas que lo compusieran pudieran sostener privada y públicamente sus opiniones individuales.
3. Que se reconocía como jefe y director militar del movimiento al general Prim, que podría emplear en lo que juzgare conveniente, a los presentes y sus amigos;

viernes, 16 de marzo de 2012

TEXTO. LA DESAMORTIZACION DE MADOZ


TEXTO. LA DESAMORTIZACION DE MADOZ
Se declaran en estado de venta, con arreglo a las prescripciones de la presente ley, y sin perjuicio de cargas y servidumbres a que legítimamente estén sujetos, todos los predios rústicos y urbanos, censos y foros pertenecientes :al Estado, al clero, alas órdenes militares..., a cofradías, obras pías y santuarios, al secuestro del exinfante Don Carlos, a los propios y comunes de los pueblos, a la beneficencia, a la instrucción pública. Y cualesquiera otros pertenecientes a manos muertas, ya estén o no mandados vender por leyes anteriores...
Se procederá a la enajenación -expropiación- de todos y cada uno de los bienes mandados vender por esta ley, sacando a pública licitación las fincas a medida que lo reclamen sus compradores...
Los compradores de las fincas quedan obligados al pago, en metálico de la suma que se les adjudique...
Ley de Desamortización. (1 de mayo de 1855)

jueves, 15 de marzo de 2012

TEXTO: EL CONCORDATO DE 1851


ARTICULO l.."La religion católica apostólica romana, que con exclusión de cualquier otro culto continúa siendo la única de la nación española, se conservará siempre en los dominios de S.M.C., con todos los derechos y prerrogativas de que debe gozar segun la ley de Dios y lo dispuesto por los Sagrados Cánones"
ARTICULO 2 "(...) la instruccion en las universidades, colegios, seminarios y escuelas públicas ó privadas de cualquier clase, será en todo conforme á la doctrina de la misma religion católica; y á este fin no se pondrá impedimento alguno á los Obispos y demas Prelados diocesanos encargados por su ministerio de velar sobre la pureza de la doctrina de la fe y de las costumbres, y sobre la educacion religiosa de la juventud en el ejercicio de este cargo, aún en las escuelas públicas

miércoles, 14 de marzo de 2012

Isabel II(1863-1868)

   5. LA CRISIS DEL MODERANTISMO (1863-1868)
                El regreso de Narváez supone no solo la quiebra del moderantismo implantado en 1845, también el descrédito de la corona. Fue incapaz de de integrar en el sistema político a las diferentes tendencias políticas y sociales. Se producen dos hechos significativos: LaNoche de San Daniel de 1865, motivada por la destitución de dos catedráticos de la universidad por haber criticado a la reina y la subsiguiente revuelta estudiantil que provocó 12 muertos y 200 detenidos. Se produce así el distanciamiento entre los intelectuales y el moderantismo. En junio de 1866 se produce la sublevación del cuartel de San Gil en Madrid, saldada con 200 muertos. Con ella, una parte del ejército se oponía también a los moderados.
            Entre 1865 y 1868 la crisis se agrava, ensanchándose la base de los enemigos del moderantismo y de la propia Corona. En 1866, tiene lugar el Pacto de Ostende entre progresistas, demócratas y unionistas para derribar a la Corona y poner fin al régimen moderado de 1845.

martes, 13 de marzo de 2012

Isabel II(1856-1863)

 3. LA VUELTA DE LOS MODERADOS (1856-1858)
                Desavenencias entre O’Donell e Isabel II devolvieron el gobierno a los moderados con Narváez al frente. Lo más destacado fue la promulgación de la Ley Moyano (1857) de Instrucción Pública que hacía obligatoria la enseñanza entre los 6 y los 9 años. Mientras, en torno a O’Donell se constituía un grupo político que reunía a los políticos situados más a la izquierda de los moderados y más a la derecha de los progresistas. Entre moderados y unionistas se produjo una alternancia en el poder durante los últimos años del reinado de Isabel II.
            4. EL GOBIERNO “LARGO” DE LA UNIÓN LIBERAL )1858-1863).
                La dura represión llevada a cabo por Narváez para atajar las alteraciones sociales causadas por la crisis agraria de 1857 devolvió el poder a O’Donell. Son años de estabilidad social gracias a la prosperidad económica que vive Europa, lo que motiva una importante construcción ferroviaria y el impulso de la industria gracias a la entrada de capital extranjero. Pero lo más destacable fue su actuación exterior en la idea de recuperar el prestigio internacional y apoyado en la alianza con la Francia de Luis Napoleón III: intervenciones en Cochinchina (1858), Marruecos (1859-1869), donde se consiguió la cesión de Ifni y el afianzamiento de Ceuta y Melillla, Santo Domingo (anexionado a petición de los dominicanos entre 1861 y 1854), Méjico (1862) y Perú (1863). Un nuevo enfrentamiento entre O’Donell y la reina hará caer el gobierno de la Unión Liberal.

lunes, 12 de marzo de 2012

Isabel II(1854-1856)

2. EL BIENIO PROGRESISTA (1854-1856).
                A principios de 1854 la situación es insostenible para los moderados, la crisis económica y social, la debilidad de los moderados y los deseos de cambiar el gobierno, motivan el pronunciamiento del general Leopoldo O’Donell, causando un enfrentamiento incierto con las tropas gubernamentales en Vicálvaro (la Vicalvarada). La necesidad de contar con más apoyos obligó a O’Donell a hacer público el Manifiesto de Manzanares, redactado por Cánovas. En él se recogían reformas en profundidad como la reinstauración de la Milicia Nacional, la ampliación del derecho de voto, ley de imprenta, convocatoria de Cortes y mayor descentralización. Al movimiento se unen progresistas y demócratas que habían formado Juntas de Salvación en las ciudades. Ante la incierta situación, Isabel II llama a Espartero a formar un gobierno con progresistas y moderados. Así, lo que den un principio era una petición de cambio de gobierno, se convirtió en una revolución política
            Con O’Donell en guerra, el nuevo gobierno de Espartero se fijó dos objetivos fundamentales: la redacción de una nueva Constitución y la puesta en marcha de un conjunto de medidas económicas que modernizaran el país.
            La Constitución nonata de 1856 recogía los principios del ideario progresista: soberanía nacional, limitación del poder del monarca, reforzamiento de las Cortes, ampliación de derechos y libertades y tolerancia religiosa. Diputados y senadores serán elegidos por una masa electoral más amplia.
            Entre las medidas económicas, destaca la Ley de desamortización de Pascual Madoz, que pone en venta los bienes de propios y comunes municipales más otra serie de medidas que perseguían la expansión del capitalismo en España: Leyes de ferrocarriles de 1855, de crédito y banca y de sociedades anónimas.
            Pero la inestabilidad continúa agravada por un nuevo levantamiento carlista (1855-1856), la crisis agraria de 1855 con la consiguiente subida de los precios, y las medidas librecambistas de Espartero que provocaron el descenso de la producción textil y las primeras huelgas generales del movimiento obrero. O’Donell sustituye a Espartero a mediados de 1856, restableciendo el orden con una dura represión del movimiento obrero y la disolución de la Milicia Nacional. También frenó las reformas progresistas y restableció la Constitución de 1845, acabando con la revolución que él mismo había contribuido a iniciar.

domingo, 11 de marzo de 2012

Isabel II(1844-1854)

1. LA DÉCADA MODERADA (1844-1854)
                A finales de 1843 se declara la mayoría de edad de Isabel II (con 13 años), quien desde el principio demostró una inclinación hacia los moderados, optando los progresistas por el retraimiento (no participando en las consultas electorales) o el pronunciamiento apoyado por insurrecciones populares.
            En mayo de 1844 se forma un gobierno presidido por el general Narváez, cuyas primeras medidas fueron:
• La supresión de la Milicia Nacional y la Ley de Ayuntamientos, por la cual los alcaldes son nombrados por la Administración. El objetivo era acabar con los principales soportes de los progresistas (1845)
• La creación en 1844 de la Guardia Civil, un cuerpo armado de estructura militar, encargado del mantenimiento del orden en las zonas rurales y la defensa de la propiedad contra los movimientos de campesinos y jornaleros.
En 1845 se aprueba la Constitución moderada, cuyas principales características fueron:
• Se consagra la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, con clara preeminencia de la Corona.
• Cortes bicamerales, aunque los miembros del senado son designados en su totalidad por la corona.
• Contiene una declaración de derechos similar a la de la Constitución de 1837, limitados por la legislación posterior, especialmente el de libertad de prensa.
• Se proclama la confesionalidad católica de la nación española
En los años siguientes continúan las reformas legislativas:
• El nuevo sistema fiscal de 1845, elaborado por el ministro Alejandro Mon, más eficaz y moderno que puso fin al sistema impositivo del Antiguo Régimen. Establece dos tipos de impuestos, los directos (actividades industriales u comerciales, contribución territorial, el 25% de los ingresos) y los indirectos (tarifas aduaneras, transmisión de bienes y consumos).
• La Ley Electoral de 1846 configura un verdadero régimen oligárquico, con un sufragio restringido que limitó el número de votantes a 97.000 varones de más de 25 años.
• Reducción del déficit público mediante la conversión de la deuda afectada, realizada por Bravo Murillo en 1851.
• Firma del Concordato con la Santa Sede en 1851, que da por válidas las expropiaciones a cambio de mantener el culto y al clero, la Iglesia se reserva el derecho de educar a los jóvenes a través del catecismo y la asignatura de religión y todos los libros pasarán por la censura eclesiástica (“nihil obstat” o “imprimatur”)
            A finales de la década de los cuarenta, coincidiendo con las revoluciones europeas de 1848, se producen diversas alteraciones sociales, que Narváez reprimió con dureza. Dos años antes, en 1846, los carlistas vuelven a levantar partidas al mando del general Cabrera. El movimiento, limitado a la zona pirenaica, terminó por desaparecer en 1849.
            En 1851 dimite Narváez debido a la crisis financiera y a su enfrentamiento con la camarilla real. Le sustituyen Bravo Murillo y Sartorius, con los que se produce la quiebra del poder de los moderados, afectados por su gobierno autoritario por decreto, sin control de las Cortes y por los escándalos de corrupción, relacionados con la concesión de licencias para a construcción del ferrocarril.

sábado, 10 de marzo de 2012

Biografía de Isabel II

Isabel IIIsabel II
Nacionalidad: España
Madrid 10-10-1830 - París 9-4-1904
Reina 1833 - 1868
La hija de Fernando VII y su cuarta esposa, María Cristina de Borbón, fue proclamada reina a los 3 años, tras el fallecimiento de su padre en septiembre de 1833. Para alcanzar la corona, don Fernando tuvo que abolir la Ley Sálica y promulgar la Pragmática Sanción, lo que no fue admitido por su hermano Carlos María Isidro, quien se convirtió en el líder del absolutismo y se auto-reconoció rey de España como Carlos V.
La reina gobernadora, doña María Cristina, buscó el apoyo de los liberales provocando el estallido de la Primera Guerra Carlista, conflicto que finalizaría con el Abrazo de Vergara (1839) entre Espartero y Maroto.
En el periodo que comprende la minoría de edad de la pequeña Isabel se suceden dos regencias. En primer lugar la de su madre, que abarca entre 1833-1840, momento en el que se promulgó el Estatuto Real de 1834, se llevó a cabo la Desamortización de Mendizabal en 1836 y se promulgó la Constitución de 1837, de carácter progresista. En 1840 será el general Espartero quien ocupe la regencia durante un periodo de tres años, desarrollando una política de talante más progresista.
A los 13 años Isabel es declarada mayor de edad e inicia su reinado personal. Uno de las primeras cuestiones con las que se enfrenta será su matrimonio, resultando elegido su primo don Francisco de Asís de Borbón y Borbón, duque de Cádiz. La boda se celebrará en 1846 y de este enlace nacerán once hijos de los que sólo cuatro alcanzarán el matrimonio: Isabel,Alfonso,María de la Paz y Eulalia. 
En mayo de 1844 había sido elegido presidente del Consejo de Ministros el general Narváez, iniciándose la llamada Década Moderada. En estos diez años se promulgó la Constitución de 1845, se realizó la reforma fiscal de Mon y se tranquilizó el proceso desamortizador.
En 1854 se produce uno de las numerosas conspiraciones que definen el siglo XIX español: la Vicalvarada, que precede a la revolución de julio. Los progresistas son llamados a ocupar el poder, siendo Espartero el elegido para formar gobierno. Se inaugura el Bienio Progresista, momento en el que se elaboró la Constitución de 1856 -no promulgada- y se llevó a cabo la desamortización general de Madoz. El progresismo tuvo que dar paso en 1856 a un nuevo gobierno moderado en manos del general O'Donnell, recuperando la Constitución de 1845. La alternancia beneficiará a moderados y miembros de la Unión Liberal, gobernando estos últimos entre 1858-1864. Los progresistas se verán apartados del poder e iniciarán una intensa labor para destronar a la reina. La firma del Pacto de Ostende en agosto de 1866 -en el que participó entre otros el general Juan Prim- llevará a la unión de progresistas y demócratas y el estallido de la Revolución de 1868 conocida como la Gloriosa. Para hacerse una idea de la precariedad política que se vivió en el reinado de doña Isabel II resulta interesante conocer que serán 32 los jefes de gabinete nombrados, algunos de ellos permaneciendo en el poder sólo 24 horas como el conde de Cleonard en 1849.
Si bien políticamente hablando España vivirá una etapa de crisis, durante el reinado de Isabel II el país pondrá en marcha su particular revolución liberal burguesa. Se desarrollaron las comunicaciones al hilo de la inauguración de la primera línea ferroviaria en la península entre Barcelona-Mataró, impulsándose la construcción del ferrocarril desde 1850. La sociedad capitalista tendrá un fuerte impulso con todo el entramado legal que se desarrolló en aquellos momentos, como la Ley de Bolsa de 1846 o la Ley sobre constitución de bancos de emisión de 1848. Ese mismo año se promulgó el Código Penal y cuatro años antes se había creado la Guardia Civil, lo que indica el interés de los gobernantes liberales por regular el orden público.
En cuanto a la política exterior, durante el reinado de Isabel II se confirmó la decadencia española en la política europea que se empezó a manifestar en los reinados de Carlos IV y Fernando VII. La expansión por el norte de Africa dio lugar a enfrentamientos como la Guerra de Marruecos en 1860. Las relaciones con la Santa Sede estuvieron caracterizadas por las dificultades hasta la firma del Concordato de 1851, por el que Roma reconocía a Isabel reina de España y se admitía la desamortización eclesiástica a cambio del importante papel ocupado por la Iglesia en la enseñanza. Precisamente en este campo destacó la ley de instrucción pública de 9 de septiembre de 1857 llamada "ley Moyano".
Tres la triunfante revolución de 1868 la reina parte para el exilio y busca refugio en Francia, instalándose en París. El matrimonio decide separarse amistosamente -desde el primer momento se aludió a la homosexualidad de don Francisco de Asís, siendo famosa una anécdota sobre su noche de bodas alusiva a su ropa interior, considerando que llevaba el rey más puntillas que la propia reina- y doña Isabel toma posesión del llamado Palacio de Castilla, donde abdicará a favor de su hijo Alfonso en 1870. Seis años más tarde regresará de nuevo a España para instalarse en El Escorial aunque no definitivamente ya que tendría diferencias con su hijo en primer lugar y con su viuda posteriormente. Fijó su residencia en París pasando breves temporadas en tierras españolas. Será en la capital francesa donde fallezca, tras recibir la visita de doña Eugenia de Montijo.

viernes, 9 de marzo de 2012

Biografía de Baldomero Espartero

Baldomero Espartero
(Baldomero Espartero, conde de Luchana, duque de la Victoria y príncipe de Vergara) Militar y político español (Granátula, Ciudad Real, 1793 - Logroño, 1879). Hijo de un carretero de La Mancha, adoptó el segundo apellido de su padre (pues su nombre completo sería Baldomero Fernández Álvarez Espartero). Al estallar la Guerra de la Independencia (1808-14) abandonó la carrera eclesiástica y tomó las armas. Desde 1810 permaneció en el Cádiz sitiado por los franceses, donde se estaban desarrollando las Cortes constituyentes; allí realizó sus primeros estudios militares.

Espartero
Entre 1815 y 1824 estuvo destinado en América, donde combatió contra los independentistas hasta que España perdió sus colonias en el continente; aunque no participó en la decisiva batalla de Ayacucho, en el futuro sus partidarios serían conocidos popularmente como los ayacuchos en recuerdo del pasado americano de Espartero y de la influencia que sobre sus ideas políticas tuvieron otros militares liberales de aquella campaña.
Al morir Fernando VII, se decantó por el apoyo a la causa de Isabel II y de la regente María Cristina, en virtud de sus convicciones constitucionales. Luchó contra la reacción absolutista en la Primera Guerra Carlista (1833-40), en la que desempeñó un papel destacado: sus éxitos militares le llevaron de ascenso en ascenso hasta obtener el mando del ejército del Norte a raíz del motín de los sargentos de La Granja (1835). Rompió el cerco carlista de Bilbao venciendo en la batalla de Luchana (1836); organizó la defensa de Madrid frente a la expedición de don Carlos (1837); y aprovechó las disensiones en el bando carlista para atraerse al general Maroto y negociar con él la paz que sellaron ambos con el «abrazo de Vergara» (1839). Luego se dirigió al Maestrazgo, donde venció a Cabrera en 1840, poniendo fin a la guerra.

Completaba así la ascensión social que, desde un origen modestísimo, le había llevado a ser conde, duque, grande de España y, finalmente, regente. El «espadón» progresista se enemistó con muchos de sus partidarios, a causa de su modo de gobernar autoritario, personalista y militarista; en 1843 se vio obligado a disolver unas Cortes que se le habían vuelto hostiles.Desde entonces puso su prestigio al servicio de sus ideales políticos progresistas. Se enfrentó al conservadurismo de María Cristina haciendo que ésta le nombrara presidente del Consejo de Ministros en 1840-41; pero, ante la resistencia de la regente al programa liberal avanzado que defendía, exigió a ésta que abdicara e hizo que las Cortes le nombraran regente a él mismo (1841-43).
Un pronunciamiento conjunto de militares moderados y progresistas (encabezados por Narváez y Serrano) le arrebató el poder en aquel mismo año; pronto se declararía mayor de edad a Isabel II y comenzaría una década de predominio conservador. Espartero se exilió en Inglaterra, de donde regresó en 1849 para vivir retirado en Logroño.
Ante el deterioro político del final de la década moderada (1844-54), las tendencias autoritarias de la reina y la hegemonía política de la minoría ultraconservadora, se produjo una nueva revolución en 1854, que llevó a Espartero a la presidencia del Gobierno; durante el siguiente «bienio progresista» (1854-56) avaló el reformismo de los liberales avanzados, pero no pudo evitar que se reprodujeran las mismas disensiones acerca de su liderazgo.
De nuevo fue expulsado del poder por un pronunciamiento encabezado por su antiguo aliado, el general O’Donnell, tras el cual vino un nuevo periodo de ostracismo político de los progresistas, que Espartero contempló pasivamente desde su retiro de Logroño. Allí recibió, tras la revolución que destronó a Isabel II en 1868, la oferta de Prim de hacerle elegir por las Cortes rey constitucional de España, oferta que rechazó. Tras la coronación de Amadeo de Saboya éste completó el encumbramiento honorífico de Espartero nombrándole príncipe de Vergara con tratamiento de alteza real.

jueves, 8 de marzo de 2012

LA CONTROVERTIDA FIGURA DE ESPARTERO

"... Espartero es uno de esos hombres tradicionales que el pueblo acostumbra cargarse a las espaldas y son luego muy difíciles de descabalgar...Los méritos militares de Espartero son tan discutidos como indiscutible es su cortedad política... Conocido como jefe del Ayacuchismo, es un héroe verdaderamente extraordinario, cuyo bautizo histórico data de una derrota, en vez de datar de un triunfo... Espartero es conocido como el hombre que manda bombardear ciudades.
Durante sus tres años de dictadura había llegado a perder su autoridad hasta el punto de que su propio embajador en París conspiraba contra él con Cristina y Narváez...
Espartero huye luego de ciudad en ciudad, abandonado a cada paso de su retirada por parte de sus tropas. Al embarcarse en Cádiz esta ciudad le deseó feliz viaje pronunciándose también contra él...Fue cayendo de la idolatría al entusiasmo, del entusiasmo a la lealtad, de la lealtad al respeto, del respeto a la indiferencia, de la indiferencia al desprecio, del desprecio a la indignación y de la indignación al mar.
¿Cómo, pues, puede haberse convertido de nuevo en el Salvador de la Patria?"

Cit. MARX y ENGELS, Revolución en España, 1973.
LA CONTROVERTIDA FIGURA DE ESPARTERO

miércoles, 7 de marzo de 2012

BALMES, J. Escritos políticos, 1847

"El partido progresista en 1840, sintiéndose débil , buscó un apoyo, identificó su suerte con la de un soldado: error fatal, casi siempre sin remedio. La fuerza vive de la fuerza y en llegando a este punto, no suele haber otro recurso que abrazarse con el ídolo para vivir o morir con él. Espartero era, sin duda, de escasa comprensión política; pero aun así y todo, era una necesidad para el partido que le había decretado ovaciones y encumbrado a la regencia...”

BALMES, J. Escritos políticos, 1847

martes, 6 de marzo de 2012

PROGRAMA POLÍTICO DEL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DE 1840

“El partido reaccionario (partido moderado), cuyo sistema patentiza los principios proclamados hasta hoy por sus defensores , bajo el falso título de constitucionales, aceptó obligado por las circunstancias la Constitución de 1837 producto de la soberanía nacional, pero se propuso minar por su cimiento el edificio que se había construido con leyes contrarias a su verdadero espíritu...

Y si volvemos los ojos a esa llamada ley de Ayuntamientos tan abiertamente contraria a la Constitución, ¿no vemos sancionada en ella una coacción inmoral a la votación de los concejales, dado que todos sus acuerdos habían de ser visados por el jefe político quien podía fulminar persecuciones contra aquel que votase en un sentido contrario a las miras del gobierno?

La soberanía nacional ha sido y es nuestro principio de gobierno...

Igual predilección reclama la venta de los bienes nacionales, incluso los cuantiosos del clero secular, no sólo por su importancia e influencia sobre el crédito, sino como garantía del régimen constitucional... Reconocida la necesidad de enajenar los bienes del clero secular y de abolir el odiado diezmo y la primicia, es indispensable proveer el mantenimiento del culto de un modo capaz de conservar a sus venerables ministros...

Tales son, en suma, las brevísimas indicaciones sobre los abusos que entorpecen nuestra regeneración y reformas que pudieran adoptarse.”

Manifiesto de la Junta de Madrid, 12 de octubre de 1840.

PROGRAMA POLÍTICO DEL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DE 1840.

lunes, 5 de marzo de 2012

La regencia de Espartero(1840-1843)

En 1841, Espartero forzó la salida de España de la regente María Cristina y se proclamó regente a su vez. Su acción de gobierno fue poco acertada. Su liberalismo le impulsó a liberalizar el comercio de tal modo, que perjudicó gravemente a la industria nacional, que no podía resistir la competencia extranjera.
La ruina del ramo textil catalán, a causa de las importaciones de Inglaterra, desencadenó una rebelión en Barcelona que fue violentamente reprimida (1842). Los antiguos camaradas de armas de Espartero se volvieron contra él, y no tardó en estallar una rebelión en Sevilla. 
El general Ramón María de Narváez (1800-1868) derrotó al regente en Torrejón de Ardoz (1843), le obligó a exiliarse y se hizo con el poder. De inmediato se declaró la mayoría de edad de Isabel II (1830-1904), que por entonces contaba sólo 13 años. Comenzaba así un período moderado, que se extendió hasta 1868, y que se caracterizó por la reorganización territorial (la actual división provincial se había establecido en 1833) y administrativa, las reformas legales y una prosperidad que se alimentó gracias a la implantación del proteccionismo, y que se hizo más patente a partir de 1854. En 1848 se inauguró el primer ferrocarril. La riqueza se fue concentrando en la periferia, donde se consolidó la burguesía, en tanto las regiones centrales se empobrecían paulatinamente. En definitiva, en este período el país registró cambios notables que a su vez promovieron transformaciones sociales, pero las condiciones de pobreza seguían predominando. La población sobrepasaba ya los 15 millones de habitantes: había censados más de 250.000 pobres de solemnidad y dos millones de jornaleros agrícolas, que representaban el estrato social más mísero; pero vastos sectores del país padecían también escasez.
Baldomero Espartero (imagen izquierda)

En 1845, Narváez inspiró la reforma de la Constitución de 1837 en un sentido conservador se atribuía la soberanía nacional al rey y a las Cortes, no al pueblo, y el cuerpo electoral venía a ser el l % de la población , que atenuó o al menos retrasó en España los efectos de la Revolución francesa de 1848. Tras el conflicto con la Iglesia a raíz de la desamortización, las relaciones se normalizaron en virtud del Concordato de 1851. Los moderados admitían difícilmente la oposición y gobernaban con criterio monopolístico y excluyente. 
La corrupción estaba generalizada y llegaba a la propia corte. Isabel II, obligada por razones de Estado a casarse con su primo Francisco de Asís, notorio homosexual, se entregó sucesivamente a varios amantes, alguno de los cuales intervino en política sin el menor reparo. El malestar nacional convergió en el pronunciamiento del general Leopoldo O'Donnell (1800-1867) en 1854, conocido como "la Vicalvarada" (por haberse producido en la localidad madrileña de Vicálvaro). Aunque fracasó, obtuvo amplia adhesión de las capas populares, que protagonizaron disturbios en Madrid en lo que fue una versión local y suavizada de la Revolución de 1848. La situación no se remedió ni siquiera volviendo a llamar a Espartero. O'Donnell acabó accediendo a la jefatura del gobierno (1858) e inauguró una breve etapa de estabilidad, de la que fue artífice ideológico Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897). 
Fue el llamado gobierno de la Unión liberal. En parte por la momentánea superación de los problemas internos y en parte por mantener ocupados a los militares y por ceder a la moda imperialista europea, se produjo en esta época una intervención armada en Africa. Tomando como pretexto ciertos incidentes registrados en Ceuta, las tropas españolas invadieron Marruecos (1859-1860). En esta campaña descolló el general Juan Prim y Prats (1814-1870), artífice de la victoria de los Castillejos, a la que siguieron la rendición de Tetuán y la victoria de Wad Ras, que puso fin a las operaciones.

domingo, 4 de marzo de 2012

Biografía de María Cristina de Borbón

María Cristina de Borbón
Reina consorte y regente de España (Palermo, Sicilia, 1806 - El Havre, Francia, 1878). Era hija del rey de Nápoles, Francisco I; siendo muy joven se convirtió en la cuarta esposa de su tío Fernando VII de España. En 1830 le dio a éste la descendencia que no había tenido de enlaces anteriores, que resultó ser una niña (la futura Isabel II); oportunamente, el rey había publicado poco antes la Pragmática Sanción, aprobada en 1789, por la que la Casa de Borbón restauraba las prácticas sucesorias tradicionales de Castilla, permitiendo el acceso al Trono de las mujeres.
María Cristina luchó por asegurar la sucesión para su hija frente a las expectativas que había despertado la posibilidad de que el rey muriera sin descendencia en su hermano Carlos María Isidro, cabeza visible de la facción ultrarrealista de la corte. Por su parte, Cristina adoptó una postura aperturista hacia la oposición liberal, con la que había tenido prometedores contactos cuando atravesaba Francia en su viaje hacia España.
Aprovechando una enfermedad del rey en 1832, losultras le hicieron firmar un codicilo anulando su anterior disposición sucesoria y restaurando la Ley Sálica; pero tal rectificación fue a su vez anulada cuando Fernando VII recobró la salud. La inevitable confrontación estalló al morir el rey en 1833, dejando como heredera a una niña de tres años y como regente durante su minoría de edad a su madre María Cristina.
La rebelión de los absolutistas, agrupados en el bando carlista, dio lugar a siete años de guerra civil (1833-40), que obligaron a María Cristina a buscar apoyo entre los liberales para garantizar el Trono de Isabel. Contando con el reconocimiento de Francia e Inglaterra, María Cristina fue avanzando hacia una monarquía constitucional a medida que se lo demandaba la presión liberal.
En 1834 llamó a gobernar al moderado Martínez de la Rosa, quien dictó una amnistía para los liberales perseguidos por el régimen absolutista y puso en marcha unas primeras Cortes electivas mediante el Estatuto Real de aquel año. La presión combinada de los movimientos populares y de los pronunciamientos militares, unida a la necesidad de reforzar el bandocristino en la guerra contra los carlistas, determinaron la caída de aquel gabinete y la llamada al poder del progresista Mendizábal (1835), que puso en marcha la desamortización de los bienes de la Iglesia.

Aprovechando su prestigio militar, Espartero se erigió en líder de los liberales progresistas y en 1840 dio un golpe por el que derrocó a la regente, asumiendo él mismo la Regencia del Reino al año siguiente. María Cristina y su marido tuvieron que exiliarse en París, desde donde organizaron conspiraciones con los moderados para recuperar el poder; fracasado un primer intento, obra de Diego de León (1841), por fin el golpe de Estado del general Narváez declaró la mayoría de edad anticipada de Isabel II y permitió a la reina madre regresar a España (1843).En 1836 se produjo el «Motín de los sargentos» de La Granja, que condujo a la liquidación del régimen del Estatuto Real; tras un breve periodo de vigencia de la Constitución de 1812, los progresistas elaboraron una nueva Constitución liberal en 1837. Bajo aquel régimen consiguió el general Espartero derrotar por fin a los carlistas en 1839-40. Entretanto, María Cristina se había hecho impopular, tanto por sus inequívocas inclinaciones políticas conservadoras, como por su matrimonio morganático con un guardia de su escolta llamado Fernando Muñoz, con quien tuvo varios hijos y emprendió los más turbios negocios.
Desde la sombra siguió ejerciendo gran influencia en la corte, organizó los matrimonios reales, nombró a su marido duque de Riánsares y se enriquecieron ambos participando en toda clase de negocios. Eso explica su descrédito creciente, que se manifestó cuando, durante una nueva revolución progresista en 1854, fue saqueado su palacio madrileño y posteriormente secuestrados sus bienes por el gobierno de Espartero. Tras la caída de éste en 1856 regresó ocasionalmente a España, pero ya no influyó directamente en los asuntos políticos.