miércoles, 19 de septiembre de 2012

LA CRISIS DEL SEXENIO

LA CRISIS DEL SEXENIO

Un golpe de estado dado por el  general  Pavía, puso fin a la experiencia republicana el 4 de enero de 1874, siendo sustituido por una especie de dictadura conservadora del General Serrano, hasta que en diciembre de 1874, otro golpe de estado en Sagunto, proclama rey de España a Alfonso XII de Borbón, hijo de la desterrada reina Isabel II. Se inicia así un nuevo régimen en la Historia de España: la Restauración borbónica.


Tras esto Pavía entregó el poder a un grupo de políticos participantes en la revolución de 1868 y que había destacado por su protagonismo durante la primera fase del sexenio. Se convino entregar la presidencia a Serrano y se nombró un gobierno integrado por antiguos monárquicos, ante la negativa de los republicanos de Castelar a colaborar con Serrano. Tampoco Cánovas, partidario de la causa alfonsina apoyó a Serrano abandonado por las clases conservadoras que ahora apoyaban al futuro Alfonso XII.

A lo largo de 1874 estos sectores conspiran a favor de la Restauración. Terratenientes, banqueros y muchos políticos están convencidos ahora de que sólo una reorientación autoritaria salvaguardaría sus intereses.

Entretanto Serrano puso en marcha una serie de medidas tendentes a reforzar el orden público y que consistieron en la disolución de la AIT, la finalización del problema cantonal, de la Guerra carlista, en la que participó personalmente y el reforzamiento del aparato militar. Nada de esto logró reforzar su posición ni estabilizar su régimen autoritario, de modo que a finales de 1874, la totalidad de la clase política pensaba en la Restauración con dos vías abiertas, militar y civil.

Cánovas era partidario de mantener alejados a los militares, porque sólo la acción política podía legitimar el régimen; sin embargo los acontecimientos se precipitaron al pronunciarse Martínez Campos en Sagunto a favor de la monarquía. El gobierno de Madrid al comprobar que el nuevo movimiento contaba con apoyos militares no opuso resistencia y se consumaba la Restauración.



En esta turbulenta época, España perdió su gran oportunidad democrática del siglo XIX, pues fueron los años más caóticos de la Historia de la España Contemporánea. Pero a pesar de la Restauración Borbónica, la construcción del Estado liberal y la democratización del país estaban consolidadas, e implantadas las libertades conseguidas hace tiempo en otros países de Europa