sábado, 9 de marzo de 2013

Manifiesto situacionista

Manifiesto situacionista

En diez días, no solamente centenares de fabricas han sido ocupadas por los obreros, y una huelga general espontanea ha interrumpido casi totalmente la actividad del país, sino que también diferentes edificios pertenecientes al estado han sido ocupados por comités de acción que se han apropiado de la gestión. En presencia de semejante situación, que en ningún caso puede durar, sino que está en la alternativa de extenderse o desaparecer (regresión o negación liquidadora), se barren todas las viejas ideas, se confirman todas las hipótesis radicales sobre la vuelta del movimiento revolucionario proletario. El hecho de que todo el movimiento haya sido realmente desencadenado, hace ahora cinco meses, por media docena de revolucionarios del grupo de los Enragès , desvela mejor que nada como las condiciones objetivas existían ya. A partir de entonces, el ejemplo francés ha resonado más allá de las fronteras y ha hecho resurgir el internacionalismo, indisociable de las revoluciones de nuestro siglo.

El movimiento del parís en mayo de 1968 representa el final de una época: la de las revoluciones obreras en Europa. Coincidieron las manifestaciones estudiantiles con una huelga general obrera y, sin embargo, los dirigentes juveniles no consiguieron conectar un movimiento con el otro.