- Los reinos cristianos de la baja edad media: Organización política e instituciones en el reino de Castilla y en la corona de Aragon
Desde el reinado de Alfonso X la monarquía castellana fue ampliando
su autoridad. En Castilla las Partidas de Alfonso X y El Ordenamiento
de Alcalá de 1348, contribuyó a asentar esta autoridad. Los nobles
intentaron rebelarse contra la monarquia en los siglos XIII y XIV.
La corona de Aragón era una unión de reinos, pues los territorios
tenían diferentes instituciones y leyes. A partir de 1283 el
juramento del Privilegio General reconocía la autonomía de los
señoríos aragoneses y catalanes y aceptación del Justicia Mayor
que defendía los privilegios estamentales. Se desarrolló el
pactismo: llegar a acuerdos con la nobleza para poder gobernar. La
Diputación del General supervisaba el cumplimiento de los acuerdos.
El Lugarteniente dirigía la admón. territorial.
El Consejo Real tenía funciones administrativas y pese a su carácter
consultivo se convirtió el el principal instrumento de gobierno en
el siglo XIV. La Audiencia regulaba la justicia. La Corte se
desplazaba a donde el rey lo necesitara. La Hacienda hizo que
aumentaran los ingresos fiscales. Las Cortes(1188) aprobaban
subsidios a la Corona aunque tenían un carácter consultivo.
División del reino en provincias llamadas merindades. La Corona
castellana introduce los regimientos(alcaldes hereditarios) y el
corregidor para actuar en caso de conflicto.
- Los reinos cristianos en la baja edad media: Crisis demográfica, económica y política
En cuanto a la crisis demográfica las malas cosechas y el hambre
conllevaron a la debilidad de la población ante la peste negra de
1348. Desde Mallorca traspasó el Levante y se propagó hacia el
interior. Las fechorías de los señores, el bandidaje y las guerras
mermaron los efectivos demográficos que se empieza a recuperar en
1420, lo que aumentó la población urbana.
En cuanto a la crisis económica se produjo un aumento de los
despoblados, retroceso de los cultivos junto con desequilibrio entre
precios y salarios y caída de las rentas señoriales. La
recuperación agraria del siglo XV significó la nueva puesta en
explotación de tierras abandonadas y la adaptación de las
producciones a las necesidades de la población y del comercio..
En cuanto a la crisis social y política debilitamiento del poder
real que cede señoríos jurisdiccionales incluso en régimen de
mayorazgo. Junto con el proceso de señorialización, aumentó la
explotación feudal con protestas en la guerras irmandiñas de
Castilla, el movimiento de los payeses de remença en Cataluña y los
conflictos de Barcelona entre la oligarquía y los campesinos.
- Los reinos cristianos en la baja edad media: La expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo
Para dominar económica y militarmente el Mediterráneo, se inicia la
expansión aragonesa con oposición de Francia, Génova y Venecia e
incorporan en 1302 Sicilia tras responder a su petición de ayuda;
entre 1311-19 los ducados de Atenas y Neopatria que se mantendrán
independientes pero feudatarios hasta 1390;en 1344 el Rosellón y la
Cerdaña; en 1420 Cerdeña y en 1443 Nápoles que se incorporará a
la Corona de Aragón en 1503.
Se extendió la representación política y comercial de Aragón
mediante los Consulados. Se traficaba con especias,oro y esclavos y
vendían tejidos y armas. La crisis del siglo XIV, tras el control
del estrecho de Gibraltar por Castilla, llevará a la crisis
económica y a la quiebra a finales de ese siglo. En 1388 pierde el
ducado de Atenas y en 1399 el de Neopatria. En el siglo XV, la crisis
se agudizará debido a conflictos sociales y políticos.
- Los reinos cristianos en la baja edad media: Las rutas atlánticas(castellanos y portugueses). Las islas Canarias.
Castilla configuró dos polos mercantiles, el norte de Burgos y los
puertos del Cantábrico y Sevilla, estratégicamente situada entre el
Atlántico y el Mediterráneo. Esta ampliación chocó con el
expansionismo portugués de la misma zona. Portugal conquista Ceuta
en 1415 y ocupa entre 1420 y 1440 Madeira y Azores.
Castilla conquista en 1402 Lanzarote, Fuerteventura y Gomera y El
Hierro en 1447. El intento de conquistar La Palma, Gran Canaria y
Tenerife supuso fuertes derrotas frente a los guanches.
Las Canarios fueron objeto de disputa entre Castilla y Portugal hasta
el Tratado de Alcaçovas de 1479 en el que Portugal reconoce la
soberanía de Castilla sobre Canarias y los derechos de Castilla
sobre la costa africana al norte del cabo Bojador. Así, Castilla
conquista Gran Canaria en 1484, La Palma en 1493 y Tenerife en 1496.