7.- Niños en el Madrid
sitiado (1937)
«Los niños asistían a las escuelas situadas en los refugios
antiaéreos o iban a la Gran Vía a recoger metralla al rojo vivo... El bombardeo
artillero no solía comenzar hasta las seis de la tarde. Los chiquillos esperaban
en las travesías del extremo sur de la Gran Vía hasta que oían los cañones, el
silbido del obús al surcar el aire y el ruido de la explosión al caer sobre la
Telefónica. Entonces salían todos ellos corriendo a la calle para recoger el
metal ardiente. A los chiquillos nos parecía algo precioso, digno de
coleccionarse. Una noche en que las cosas se pusieron más calientes que de
costumbre, me refugié en la tienda de un zapatero. Al disiparse el humo, en la
calle vi a un hombre al que la explosión acababa de arrancarle la cabeza... Ví
a dos críos de unos 8 años jugando a las canicas. En la entrada de un cine
había una vieja tomando el sol invernal. De repente dos obuses cayeron sobre la
plaza... Uno de ellos explotó, el otro quedó enterrado en el suelo. Uno de
pequeños levantó la cabeza: "Abuela, están disparando. Váyase a casa, coño, que
ahora sólo los hombres pueden estar en la calle". Volviéndose a su compañero,
dijo: "Venga tira, que ahora te toca a ti..."»
R. FRASER: Recuérdalo tú y recuérdalo a los otros.
Historia oral de la guerra civil española. Barcelona, 1979.