martes, 18 de septiembre de 2012

LA I REPÚBLICA ESPAÑOLA Y EL CANTONALISMO

 LA I REPÚBLICA ESPAÑOLA Y EL CANTONALISMO

Consumada la abdicación Congreso y Senado en contra de lo que dictaba la Constitución se constituyen en Asamblea Nacional y asumen la soberanía. Tras el fracaso los monárquicos no tuvieron más remedio que colaborar, entregando el poder a los republicanos.

Este hecho establece por primera vez en la historia de España la primacía del pode civil sobre otros sectores hegemónicos como el ejército o la iglesia.

La República apenas sobrevivió un año en el que se sucedieron cuatro presidentes: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar.

La nueva República tenía en los ambientes populares más de idea social que política y estaba asociada al mito del “reparto”. Aún así las clases populares fueron el elemento sustentador del régimen.
           
Los  republicanos se dividieron muy pronto entre los que pretendían instituir una República Federal por la vía revolucionaria, y los que pretendían hacerlo por la vía de democrática. Esta lucha acabó por desprestigiarles y destruir el sistema.

Fue una república sin republicanos sufrió graves crisis políticas:

§         3ª guerra carlista
§         Levantamiento de la isla de Cuba
§         El levantamiento cantonalista protagonizado por republicanos federales intransigentes.

Los  republicanos federales estaban decepcionados por la nueva república, y alimentados por grupos anarquistas surgidos con el internacionalismo vinculado al movimiento obrero, y que se alzarán proclamando cantones independientes ciudades como Cartagena, Sevilla, Granda, Cádiz Torrevieja, Almansa, Castellón, Málaga, Salamanca, Bailén, Andújar, Tarifa, Algeciras y Alicante)

Además

§         Un ejército inclinado hacia posiciones moderadas
§         La falta de apoyo internacional (sólo fue reconocida por Suiza y Estados Unidos)
§         La creciente radicalización de la lucha social no hicieron sino aumentar el temor de las clases propietarias a una posible revolución.

En Madrid, la burguesía llegó a organizarse para defenderse del populacho, muchos huyeron y numerosos inversores sacaron sus capitales del país.

Evolución política:

Figueras fue elegido primer presidente del poder ejecutivo; junto a el participaban una coalición de republicanos. Los republicanos federales adoptaron medidas populares que no había adoptado la monarquía democrática. Entre ellas destacan la concesión de una amnistía, supresión de los consumos y la desaparición de las quintas, medida que nunca fue puesta en práctica.

En 1873 se celebran elecciones a Cortes para elaborar una estructura federal del estado que se saldaron con una alta abstención provocad por el retraimiento de los partidos tradicionales, el rechazo a la participación política de los sectores anarquistas, e incluso del pueblo, desanimado por la falta de aplicación de medidas sociales concretas. Proclamada la República Federal, Figueras abandona el poder.

Se nombra presidente a Pi y Margall; en contra de lo que cabría esperar la inestabilidad se hizo más intensa, extendiéndose la guerra carlista por el norte y el levantamiento cantonal. Debido al cariz de la situación con un presidente firme en su negativa de restaurar el orden por la fuerza dimitió. La necesidad de controlar tan graves problemas, determinaría un giro del régimen hacia la derecha.

En este periodo se presenta un proyecto de constitución federal muy innovadora que pretendía conformar una estructura territorial integrada por 17 estados federados, algunos de los cuales se correspondían con los viejos territorios históricos (Cataluña, Extremadura) que trataba de liquidar la estructura centralista impuesta por los moderados y dar paso a un sistema descentralizado y democrático.

Se intentó solucionar el problema colonial mediante la asimilación de Cuba y Puerto Rico como estados de la nación española y la regulación de otros enclaves coloniales con leyes.

La única salida que le quedaba a la República era la de controlar el orden público. Tras la elección de Salmerón como presidente, este encargó a los generales Pavía y Martínez Campos la pacificación del área andaluza y levantina, Paradójicamente el ejército que había pretendió marginar se convertía de nuevo en el instrumento de su salvación. de 1873 a 1874, los cantones fueron cayendo a la vez que la República perdía atractivo para las clases populares y las ganaba para los sectores burgueses y financieros que veían como se alejaba el peligro revolucionario. Como consecuencia de esta contradicción entre libertad y autoridad dimite Salmerón, que se negó a firmar unas penas de muerte consideradas imprescindibles para mantener el orden.

Se hace cargo de la presidencia Castelar y con el giro definitivo hacia la derecha, se revistió de poderes extraordinarios que le permitieran suspender las Cortes y recortar las libertades. Esta posición provocó la aparición de dos posturas. Por un lado los intransigentes, mayoritarios en las Cortes, que querían que la República se orientara hacia la izquierda y por otro los antiguos radicales, partidarios de estabilizar la situación como única salida del régimen. Cuando Pavía fue derrotado por una moción de los primeros, el general Pavía, partidario de los segundos se apresuró a disolver las Cortes, poniendo fin a la República