lunes, 16 de julio de 2012

La Segunda Internacional Obrera (1889-1916)

La Segunda Internacional Obrera (1889-1916)
Fue fundada en 1889. Su sede se estableció en Bruselas. Si la Primera Internacional había albergado en su seno -al menos en sus comienzos- una amplia gama de tendencias, la Segunda, una vez expulsados los anarquistas en 1893, adoptó una clara orientación socialista marxista.



La integraron una serie de partidos socialistas de distintas nacionalidades organizados en una federación.

Entre los objetivos fundamentales de la asociación destacó la búsqueda de unalegislación que mejorara las condiciones de vida de los trabajadores (subsidios de desempleo, protección social, etc) y, de forma especial, el empeño en la instauración de lajornada de ocho horas.
Signos distintivos de la II Internacional fueron la institución de la jornada del Primero de Mayocomo fiesta reivindicativa (Día Internacional del Trabajo), la del 4 de marzo (Día Internacional de la Mujer Trabajadora) y el famoso himno conocido como de la Internacional.  



Entre los principales problemas a los que hubo de enfrentarse, destacó el de la controversia ideológica de dos grupos:
El radical, compuesto por los marxistas ortodoxos, partidarios de una revolución como fórmula para destruir el capitalismo y cambiar la sociedad. Una de sus principales figuras fue Rosa Luxemburgo.




El más moderado, de carácter reformista, denominado “revisionista”, pues discutía algunos puntos de la teoría marxista, como el de la lucha de clases o el materialismo histórico. Entre sus representantes destacó Eduard Bernstein, que preconizaba llegar al socialismo mediante una vía pacífica con la participación de los trabajadores en el juego parlamentario.
La Segunda Internacional recibió el golpe de gracia tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, conflicto que fue incapaz de evitar.
La clase trabajadora, dividida entre los sentimientos patrióticos y el ideal de solidaridad internacional, optó por los primeros, se enroló en los ejércitoscontendientes y abandonó la causa que inspiraba la organización.



No pudiendo resolver esa contradicción, en 1916 se disolvía la Internacional.
En 1917, a raíz del triunfo de la Revolución Rusa, se impusieron las tesis de aquellos que, como Lenin, el líder de los bolcheviques, abogaban por las tesis marxistas más radicales.

En 1919 se fundó, una Tercera Internacional, la llamada “Komintern”, de carácter comunista, alejada por tanto de las tesis reformistas revisionistas y muy condicionada por los intereses de la URSS.