viernes, 15 de noviembre de 2013

Palmer y Colton. Historia Contemporánea.

“Lenin, después de Marx, había de ser aclamado por el comunismo como un padre, Lenin era un hombre de baja estatura, casi redondo, con una gran vivicidad de hombre de baja estatura y con una mirada ardiente y penetrante. Los pómulos salientes y los ojos un tanto oblicuos, revelaban un origen asiático. (...) Su cabello se le cayó siendo aún muy joven, dejándole una frente amplia tras la que trabajaba una inteligencia incansable. Ya a sus veinte años le llamaban “el viejo”. (...) Su infancia fue cómoda e incluso feliz hasta la edad de diecisiete años, cuando su hermano mayor se vio envuelto en un complot para asesinar a Alejandro III, por lo que fue condenado a muerte por el propio zar. (...) Detenido como revolucionario, pasó tres años de destierro en Siberia. (...) Terminada su condena, Lenin se marchó en 1900 a Europa occidental, donde permaneció hasta 1917, con la excepción de algunos viajes secretos a Rusia. (...) Axelrod, su íntimo compañero de otro tiempo, decía de Lenin que durante veinticuatro horas al día está dedicado a la revolución, no tiene pensamiento excepto para la revolución, e incluso cuando duerme, no sueña más que con la revolución.”
Palmer y Colton. Historia Contemporánea.